El Real Madrid abría el telón de la competición oficial de la temporada con la disputa de la Supercopa Endesa, en una semifinal que le enfrentaba al anfitrión de la competición, el Iberostar Tenerife.
Laso decidió presentar un quinteto con la novedad de Garuba como 4 acompañando a Tavares y el fichaje del verano en la casa blanca, Abalde, jugando de 2. Y la jugada le salió perfecta al entrenador blanco, ya que este cuarto, a pesar de la rápida perdida de Tavares, que cometió dos faltas en 2:28 minutos, se convirtió en el periodo de los “ladrones de guante blanco”. Las rápidas manos de Facu, Abalde, Deck y Garuba provocaban perdidas que luego eran finalizadas rápidamente por Abalde o Deck, que con 11 puntos en este periodo, fue el jugador más destacado blanco. A Tenerife le consto entrar en la dinámica del encuentro, y solo con la entrada de la segunda unidad liderada por Marcelinho Huertas, consiguió recortar la renta blanca, que hubiera sido más amplia si se hubiera señalizado una clara falta sobre Randolph al final del cuarto (18-23).
El segundo cuarto fue de juego más estático, propiciado sobre todo por la gran cantidad de faltas señaladas por los colegiados. Alocen debuto como blanco en partido oficial y dejo detalles de su frescura y descaro, con dos buenas penetraciones a canasta, aprovechando los huecos generados en la zona. Trey y Randolph se turnaban en el puesto y Tenerife se acercaba, aunque como se dice en ciclismo, ha estado haciendo la goma durante todo el cuarto, cerrando el periodo antes del descanso con un 42-48 favorable a los de Laso.
El tercer cuarto empezó con un acelerón blanco que apoyados en dos triples consecutivos de Abalde y Campazzo, más el poderío interior de Tavares, abrieron una brecha por encima de los 10 puntos, que solo era respondida en el lado tinerfeño por el incombustible Huertas. Pero los capitalinos apretaron en defensa y la distancia siguió abriéndose. Al final consiguieron cerrar el cuarto con dos triples que les acercaban a 11 puntos.
El último periodo fue el de los francotiradores blancos, capitaneados por un Rudy que las enchufaba de todos los colores. Tenerife solo pudo oponer resistencia hasta que le duro la gasolina a Marcelinho y a medida que los blancos abrían brecha en el marcador, Vidaorreta daba entrada a jugadores menos habituales. El resultado de 79-92 deja entrever la diferencia que se dio sobre todo en esta segunda mitad del partido.
El domingo espera el Barça en lo que será el primer derbi de la temporada.
Deja un comentario