No sé exactamente desde cuando soy seguidor del Real Madrid Baloncesto, pero recuerdo que varios jugadores llevaban bigote. Una mañana invernal y laborable de 1983 o 1984 entré en el pabellón de la antigua Ciudad Deportiva y vi cómo Clifford Luyk intentaba enseñar a Fernando Romay a pivotar, girarse y lanzar a canasta sin cometer pasos. Resultadista convencido y militante. Opino siempre a posteriori y así me equivoco menos. En realidad, no me gusta el baloncesto. Ni el fútbol. A mí, lo que me gusta es el Real Madrid.
Como tengo por costumbre (y casi que por norma) ver únicamente los partidos del Real Madrid, no había oído hablar de él en...
Leandro4 enero, 2025